RebeldeMule

Una noche en Miami… (Regina King, 2020)

Corto, medio, largo, serie, miniserie (no importa el formato)... en televisión, cine, internet, radio (no importa el medio).
Una noche en Miami…
One Night in Miami...
Regina King (EE.UU. de América, 2020) [110 min]

Portada
IMDb
(wikipedia | filmaffinity)


Sinopsis:

    [propia] Miami (EE.UU.), 1964. El boxeador Cassius Clay acaba de vencer al campeón mundial de los pesos pesados. Al combate han asistido algunos notables cuya relación de afinidad se basa en el intercambio de "capital social" (influencia, prestigio): el cantante Sam Cooke, el futbolista Jim Brown y Malcolm X, dirigente del movimiento negro y militante de la Nación del Islam. A la noche, Malcolm les invita a su hotel para celebrarlo. Pero no es la fiesta que ellos esperan.

Comentario personal:

    Se palpa un cambio cualitativo, estamos en el punto de inflexión de un ciclo (Malcolm, óbito 1965; Luther King, óbito 1968). Cómo se configure el campo para recibir lo nuevo dependerá de lo que se decida ahora. La responsabilidad le pesa a Malcolm como un yunque al cuello y en esa habitación sólo él parece darse cuenta de la importancia del momento. Brown es demasiado egocéntrico; Cooke, demasiado cómodo; y Clay, demasiado niño. Los tres respetan a Malcolm, pero también le miran por encima del hombro por tomárselo demasiado en serio. Saltar esa brecha en las identificaciones va a requerir de todo el talento del militante negro; ceder y algún encaramiento.

    Es una tensión muy difícil de capturar si no las ha vivido, por eso el guion rechina a veces, pero, ¿cuándo habíamos visto en pantalla a un militante cumplir con sus tareas y, a la vez, ser él mismo? Trastabillar, recomponerse, perder, atacar, atacar... Quedar de antipático, de neurótico (Cassius achaca las obsesiones de Malcolm a su sedentarismo; no hace ejercicio, no exuda toxinas). Exponerse en sus manías (¡es todo un tecnólatra!). Tener miedo, de los suyos y de los otros. Reírse a corazón batiente. Reflejar el desgaste de ser el centro de las expectativas de los otros. Y que nada de eso sea una treta del guionista para convencernos de que tiene o no tiene razón. El Malcolm de "Una noche en Miami..." se sale de los tópicos de la representación del militante en el cine euroestadounidense. Es costumbrista sin impostación. Lo que hace de esta pieza una rareza. Veía a Malcolm y pensaba: este no es un héroe, es una persona cualquiera que lucha. Es como yo, como mis amigos.

    También es una rareza que son (algo menos de) dos horas de debate político creíble en pantalla. De la discusión de Malcolm con sus correligionarios, el guion sostiene bien temas naturales para los cineastas, como el del "artista comprometido". Esto es, si el "mundo de la cultura" debe o no tomar partido. Muy trillado para cualquiera que no acabe de bautizarse en la izquierda, si bien profundiza bastante. ¿Es luchar tener una discográfica y financiar autores negros? ¿Sí, no, a medias? Cooke está en el relato PYME del esfuerzo: el capitalismo no está trucado por el racismo, puedes jugar su juego y ganar, así que no hay mayor obstáculo para la igualdad racial que los «putos libros verdes que te dicen a dónde ir», que reprimen tu instinto de negocio y limitan tu libertad de explotar. El mejor verde es el de los billetes; la mejor ética, la de Califonia. Malcolm le responde que el discursito de la superación personal no se sostiene, que para techo de cristal el filtro de clase que hace que de tantos esforzados muchachos sólo tengan éxito uno negro entre cien mil: «tú lo has logrado, pero la mayoría que tiene esos sueños frustrantes no los ha cumplido, ¡tú los has abandonado!, y lo único que dejan es un legado de negatividad». La de Cooke es la estrategia del empoderamiento individual; la de Malcolm, la de la emancipación social. Una cosa no quita la otra, porque individuo y social no son términos contrapuestos, sino complementarios, y el primero puede ser tan útil al segundo como el segundo al primero. La prueba está en la propia biografía de Malcolm.

    En otros temas se atasca más. Por ejemplo, no sabe desarrollar la contradicción de que Cassius se entere esa noche de que Malcolm deja la organización para la que le acaba de reclutar. El púgil entra en cólera, le grita a pleno pulmón con la milicia leal al honorable Muhammad en la puerta... para luego invitarle como su mentor a la rueda de prensa donde hace pública su conversión al Islam. Cuando además llevaba toda la noche dudando si exponerse de esa manera. ¿Alguien sabe si esto pasó así? La directora reconoce que no se sabe de qué hablaron en esa habitación y yo lo veo forzado. Se supone que Cass es el as en la manga de Malcolm para su nuevo proyecto, de orientación más universalista y socialista; no pudo ser tan impulsivo. Demasiado aspaviento para una sola noche.

    Unas últimas notas de costumbrismo. Es una gozada que ni Malcolm ni Betty respondan a ideales normativos de belleza. ¡Betty está gorda! ¡Acabáramos! Comparad con la versión hagiográfica de Spike Lee. También me ha gustado que Ali y Malcolm compartan la mística, no la épica.

Ficha técnica


Reparto:


Premios:

    2020: Festival de Toronto: 1ª finalista - Mejor película.
    2020: Festival de Venecia: Sección oficial (fuera de concurso).
    2020: Premios Gotham: Mejor nuevo actor (Kingsley Ben-Adir).
    2020: Asociación de Críticos de Chicago: 3 nominaciones, inc. Mejor guion adaptado.

Idioma original: Inglés.





BDRip VE - AVI [1.98 Gb] (fuente: emule)
detalles técnicos u otros: mostrar contenido
General
Complete name : Una noche en Miami (2020) [BluRay Rip][AC3 5.1 Castellano].avi
Format : AVI
Format/Info : Audio Video Interleave
File size : 1.98 GiB
Duration : 1 h 54 min
Overall bit rate : 2 479 kb/s
Writing application : VirtualDubMod 1.5.10.2 (build 2540/release)
Writing library : VirtualDubMod build 2540/release

Video
ID : 0
Format : MPEG-4 Visual
Format profile : Advanced Simple@L5
Format settings : BVOP2
Format settings, BVOP : 2
Format settings, QPel : No
Format settings, GMC : No warppoints
Format settings, Matrix : Default (H.263)
Codec ID : XVID
Codec ID/Hint : XviD
Duration : 1 h 54 min
Bit rate : 2 022 kb/s
Width : 720 pixels
Height : 304 pixels
Display aspect ratio : 2.35:1
Frame rate : 23.976 (24000/1001) FPS
Color space : YUV
Chroma subsampling : 4:2:0
Bit depth : 8 bits
Scan type : Progressive
Compression mode : Lossy
Bits/(Pixel*Frame) : 0.385
Stream size : 1.61 GiB (82%)
Writing library : XviD 67

Audio
ID : 1
Format : AC-3
Format/Info : Audio Coding 3
Commercial name : Dolby Digital
Codec ID : 2000
Duration : 1 h 54 min
Bit rate mode : Constant
Bit rate : 448 kb/s
Channel(s) : 6 channels
Channel layout : L R C LFE Ls Rs
Sampling rate : 48.0 kHz
Frame rate : 31.250 FPS (1536 SPF)
Bit depth : 16 bits
Compression mode : Lossy
Stream size : 366 MiB (18%)
Alignment : Split accross interleaves
Interleave, duration : 42 ms (1.00 video frame)
Interleave, preload duration : 500 ms
Service kind : Complete Main





HD 1080p Dual (VO/VE) - MKV [3.60 Gb] (fuente: emule)
detalles técnicos u otros: mostrar contenido
General
ID única : 46168307068038333221310345088151099336 (0x22BBB148197439C27F6B737EFE7C97C8)
Nombre completo : One.Night.In.Miami.(Una.Noche.En.Miami).(2020).HD.1080p.X264.AC3.Dual.Subs.by.Geot.mkv
Formato : Matroska
Formato de la versión : Version 4
Tamaño de archivo : 3,60 GiB
Duración : 1 h 54 min
Tasa de bits general : 4 503 kb/s
Fecha de codificación : UTC 2021-01-16 11:44:25
Aplicación de codifición : mkvmerge v45.0.0 ('Heaven in Pennies') 64-bit
Librería de codificación : libebml v1.3.10 + libmatroska v1.5.2

Vídeo
ID : 1
Formato : AVC
Formato/Info : Advanced Video Codec
Formato del perfil : High@L4
Ajustes del formato : CABAC / 4 Ref Frames
Ajustes del formato, CABAC : Sí
Ajustes del formato, RefFrames : 4 fotogramas
ID códec : V_MPEG4/ISO/AVC
Duración : 1 h 54 min
Tasa de bits : 3 413 kb/s
Ancho : 1 920 píxeles
Alto : 800 píxeles
Relación de aspecto : 2,40:1
Modo velocidad fotogramas : Constante
Velocidad de fotogramas : 23,976 (24000/1001) FPS
Espacio de color : YUV
Submuestreo croma : 4:2:0
Profundidad bits : 8 bits
Tipo barrido : Progresivo
Bits/(píxel*fotograma) : 0.093
Tamaño de pista : 2,73 GiB (76%)
Idioma : Inglés
Default : Sí
Forced : No
Rango de color : Limited
Colores primarios : BT.709
Características transferencia : BT.709
Coeficientes matriz : BT.709

Audio #1
ID : 2
Formato : AC-3
Formato/Info : Audio Coding 3
Nombre comercial : Dolby Digital
ID códec : A_AC3
Duración : 1 h 54 min
Tipo de tasa de bits : Constante
Tasa de bits : 640 kb/s
Canal(es) : 6 canales
Channel layout : L R C LFE Ls Rs
Velocidad de muestreo : 48,0 kHz
Velocidad de fotogramas : 31,250 FPS (1536 SPF)
Profundidad bits : 16 bits
Modo de compresión : Con pérdida
Tamaño de pista : 523 MiB (14%)
Idioma : Español
ServiceKind/String : Complete Main
Default : Sí
Forced : No

Audio #2
ID : 3
Formato : AC-3
Formato/Info : Audio Coding 3
Nombre comercial : Dolby Digital
ID códec : A_AC3
Duración : 1 h 54 min
Tipo de tasa de bits : Constante
Tasa de bits : 448 kb/s
Canal(es) : 6 canales
Channel layout : L R C LFE Ls Rs
Velocidad de muestreo : 48,0 kHz
Velocidad de fotogramas : 31,250 FPS (1536 SPF)
Profundidad bits : 16 bits
Modo de compresión : Con pérdida
Tamaño de pista : 366 MiB (10%)
Idioma : Inglés
ServiceKind/String : Complete Main
Default : No
Forced : No

Texto #1
ID : 4
Formato : UTF-8
ID códec : S_TEXT/UTF8
ID códec/Info : UTF-8 Plain Text
Duración : 1 h 47 min
Tasa de bits : 0 b/s
ElementCount : 13
Tamaño de pista : 484 Bytes (0%)
Idioma : Español
Default : Sí
Forced : No

Texto #2
ID : 5
Formato : UTF-8
ID códec : S_TEXT/UTF8
ID códec/Info : UTF-8 Plain Text
Duración : 1 h 53 min
Tasa de bits : 65 b/s
ElementCount : 1613
Tamaño de pista : 54,5 KiB (0%)
Idioma : Español
Default : No
Forced : No

Texto #3
ID : 6
Formato : UTF-8
ID códec : S_TEXT/UTF8
ID códec/Info : UTF-8 Plain Text
Duración : 1 h 53 min
Tasa de bits : 87 b/s
ElementCount : 2236
Tamaño de pista : 72,4 KiB (0%)
Idioma : Inglés
Default : No
Forced : No





Relacionado:



[ Add all 2 links to your ed2k client ]

Nota Dom Mar 28, 2021 7:25 pm
Adam White, en "'Una noche en Miami': Una habitación, cuatro leyendas", en Página/12, el 19 de enero de 2021, escribió:[...] Las performances de Ben-Adir, Leslie Odom Jr. (Hamilton), Aldis Hodge y Eli Goree -respectivamente- son rendiciones soberbias, multifacéticas, de hombres conocidos y reverenciados en la cultura estadounidense. A la vez son profundamente humanos, considerando que las historias de los cuatro personajes tienden a ser simplificadas a medida que ascendieron al rango de mito cultural. El film permite atestiguar la vulnerabilidad juvenil de Ali, la incomodidad privada de Cooke sobre su propia música, y la paranoia y el temor de Malcolm por la seguridad de su familia. Sería asesinado menos de un año después de ese encuentro.

Ben-Adir -conocido por sus roles en televisión en series como "Peaky Blinders", "The OA" y "Alta Fidelidad", y por haber interpretado a otro icono de la Estados Unidos negra, Barack Obama, en una miniserie de Showtime- dice que Malcolm fue a menudo malinterpretado. El actor británico cita al prominente activista por los derechos civiles Dick Gregory, quien dijo una vez que su amigo íntimo Malcolm era retratado como "un demagogo lacerante" por los medios. "En realidad era un personaje del que Malcolm entraba y salía todo el tiempo", explica Ben-Adir desde su hogar en Londres. "Él era un hombre dulce y tímido, y un padre cuidadoso y amoroso. Muchos de los videos que tenemos a disposición de Malcolm lo muestran respondiendo a actos espantosos de racismo, que usualmente habían sucedido en las últimas 24 horas. Con lo que no resulta sorprendente que estuviera siempre enojado o encendido por la pasión. Pero en privado Malcolm era muy diferente".

El guión escrito por Kemp Powers, quien lo adaptó de su propia y premiada puesta teatral, está guiado por el choque entre lo público y lo privado. Malcolm X, Cooke, Brown y Ali tienen sus propios desacuerdos secretos, que solo pueden ser expresados una vez que el resto del mundo queda afuera y en silencio. Powers imaginó las conversaciones que los cuatro hombres tuvieron sobre la raza, la fama y la masculinidad, pero esas charlas en pantalla resuenan como desgarradoramente verdaderas.

Como guía para toda esa sensitividad está la directora Regina King, ganadora de sendos premios Oscar por "Si la colonia hablara" y "Watchmen", y que aquí lleva a cabo su debut detrás de las cámaras. Sus cuatro protagonistas, todos ellos hablando por Zoom desde sus hogares, se encienden ante la sola mención de su nombre, y admiten haber quedado por momentos deslumbrados ante ella. "Regina nos dio unos retratos hermosos de la vida negra en este país", dice Odom Jr. "¡Nos introdujo a algo con mucha alma! A través de Regina King están todas las mujeres negras hermosas que hemos visto".

La directora quería recrear la sinceridad y complejidad que la atravesaron en sus personajes femeninos, pasada por la experiencia de los hombres negros. Así lo dice Ben-Adir: "La declaración de principios de Regina que llega con esta película es una carta de amor a los hombres negros", recuerda. "Estos hombres son explorados de una manera muy específica, algo que depende exclusivamente de la vulnerabilidad y el amor entre ellos en privado, y por fuera del escrutinio de los medios". [...]

Nota Dom Mar 28, 2021 7:26 pm
Gabriel Lerman, en entrevista con Regina King, con el título “Me sorprende que la gente negra aún sonriamos”, en La Vanguardia, el 15 de enero de 2021, escribió:[...] Muchas veces forjamos nuestras opiniones sobre cierta gente por lo que vemos en el cine o en la televisión. Y especialmente con los hombres negros, nos topamos con esta representación del afroamericano en los medios como aquel al que se tiene que temer, porque es un criminal, un ser escalofriante. Y eso no es justo porque esos no son los hombres que yo conozco ni los hombres con los que yo he crecido, por eso me parecía que era importante que hubiera una representación honesta de quienes son estos hombres más allá de sus logros.

[...] sabemos que se encontraron, pero nadie estuvo allí para escuchar de qué hablaron. Kemp simplemente imaginó cuál fue la conversación a partir de lo que investigó sobre ellos como individuos, la relación que tenían entre si y el denominador común que era Cassius Clay (Muhammad Ali). Él fue el que los presentó. No sé si aprendí algo en particular sobre ellos como individuos haciendo esta película, pero esta historia me recordó que estos hombres, a quienes consideramos deidades, tenían que lidiar con una enorme presión sobre sus nombres. Eran todos muy jóvenes y por lo que conocemos supieron cómo llevar esa responsabilidad con mucha altura. Pero necesitaban contar con un espacio en el que pudieran explicar lo que realmente les pasaba, compartir sus miedos, sus preocupaciones y sus cargas, y ser amables entre ellos. Lo más importante fue descubrir que estos hombres podían ser tiernos y a la vez masculinos.

Nota Mar Jun 06, 2023 2:29 pm
José Enrique Ema López, en "Sam Cooke, entre Luther King y Malcolm X", en Diagonal, el 24 de enero de 2013, escribió:En 1964, unas pocas semanas antes del concierto más importante de su carrera, Sam Cooke se planteaba incluir "Garota de Ipanema" en su repertorio. Es difícil imaginar un tema más alejado de sus raíces y de su papel precursor de la música soul idolatrado por la comunidad negra. En realidad, este recurso a canciones y elementos de la música “blanca” hegemónica tampoco era una novedad. La carrera de Sam Cooke está plagada de versiones, arreglos orquestales, etc., que le podrían acercar más a Frank Sinatra que a Otis Redding o a Aretha Franklin.

No debemos caer, sin embargo, en la fácil tentación de considerar a Sam Cooke como un ejemplo de renuncia a sus orígenes para congraciarse con la cultura dominante. Desde los inicios de su carrera secular, fuera del circuito religioso del góspel, aspiró a convertirse en una estrella para todos los públicos. Pero, a la vez que trataba de adaptarse a la mirada del adulto medio, no dejó de actuar en el sur de Estados Unidos, en donde cantaba ante un público mayoritariamente negro, muchas veces en pésimas condiciones derivadas del racismo imperante. Con la creación de su propia discográfica apoyó a nuevos y viejos artistas negros. Y realmente es difícil no encontrar en sus canciones algún giro vocal que no esté directamente entroncado con la tradición góspel de la que provenía.

Sam Cooke no reclamaba reconocimiento y aceptación en base a su especificidad cultural o a su orgullo racial (que lo tenía). Simplemente aspiraba a alcanzar el éxito en el mundo que habitaba, a formar parte de los que tienen parte. Y eso significaba adaptarse a las convenciones dominantes a la vez que las desafiaba presentándose como artista y respetable empresario de la industria musical, algo inapropiado para los lugares, funciones y posibilidades establecidas por el orden dominante para alguien que pertenecía a la parte de los que no tienen parte.

Por eso el concierto en el selecto Copacabana de Nueva York tenía su importancia, y no sólo por su relevancia publicitaria y comercial. "Garota de Ipanema" fue descartada, pero, a pesar de la oposición de alguno de sus músicos de confianza, también lo fueron composiciones propias con las que vibraba el público negro en sus conciertos. Final­mente, el repertorio elegido no deja dudas sobre la posición política de Sam Cooke... ni sobre las filigranas para, sin dejar de hacerla evidente, alcanzar el éxito que tanto anhelaba. Comienza su actuación prudentemente a ritmo de swing pausado y elegante. En el segundo tema, un ligero paso adelante, la voz empieza a romperse y la intensidad vocal va creciendo para mostrar gradualmente su vertiente más góspel. Tres temas después las palmas de los asistentes llevan el compás. Sam Cooke despliega todas sus habilidades de frontman entrenado en la iglesia poniendo a cantar a un público entregado, adelantándoles la letra y animándolos a participar cabalgando sobre su propia canción al modo de los predicadores que arengan a sus fieles. Después del "If I had a hammer" del cantante activista Pete Seeger, un viejo espiritual y alguna composición propia, termina con dos temas que anticipan el soul más enérgico que llegará en los próximos años: su versión bailable del "Blowin' in the Wind" de Bob Dylan y, sobre todo, su vibrante revisión del blanco, blanquísimo, Tennessee Waltz.

Merece la pena poner en relación esta actuación en el Copa con otro concierto suyo grabado un año y medio antes, pero no publicado hasta 1986. Aparte de la baja calidad del sonido, la discográfica prefirió no sacarlo a la luz para no desvirtuar la imagen refinada y comedida con la que publicitaba a su estrella. Con frecuencia se cita el concierto en el teatro Apollo de James Brown, en 1962, como uno de los más sobresalientes ejemplos de intensidad emocional, complicidad y participación del público. Pues no es en absoluto exagerado reconocer que esta actuación de Sam Cooke en el Harlem Square de Miami (grabada apenas unas semanas después) supera a la de Brown en cercanía, intensidad y comunión con el auditorio, y, especialmente, en cuanto al papel animador del cantante a la hora de encender a su gente, a la que lleva mediante sus piruetas vocales a momentos de clímax colectivo de muy alto voltaje. Muchos consideran este concierto en Miami como el ejemplo más auténtico del Sam Cooke real (frente al sucedáneo edulcorado de sus grabaciones en estudio). Sin embargo, ambos conciertos (Harlem y Copa) muestran una misma aspiración por conseguir el reconocimiento del público y la influencia de su mirada sobre lo que el cantante finalmente decide ofrecerle.

Pero además, también estaban en juego las transformaciones de los cánones estéticos y políticos del momento. Tras las dudas sobre la elección de su repertorio para el Copa podemos observar la misma tensión política que comenzaba a atravesar las luchas del movimiento negro. En él empezaban a convivir dos enfoques diferentes: por una parte, aquel que confiaba en transformar las relaciones hegemónicas (las que aparecen como neutrales para la mayoría aun siendo establecidas a costa de la exclusión de lo negro) entrando a formar parte de ellas; y por otra, el que priorizaría la posibilidad de organizar formas de vida sustraídas del orden blanco dominante sin esperar a que éste cambie para empezar a vivir de otro modo. De manera simplificada podríamos poner a Luther King, y al movimiento en defensa de los derechos civiles, del lado de la primera, y a Malcolm X, y al posterior Black Panther Party, en la segunda.

Sam Cooke ciertamente no fue un activista político, pero simpatizó, leyó y trató a ambos. Podría haberse negado a actuar en un espacio tan afín a las élites blancas como lo era el Copa, o aprovechándolo como escaparate, mostrar su perfil identitario más evidente para la comunidad negra, y también para la blanca: el de un apasionado cantante de góspel. Sin embargo, decidió, de manera coherente con las elecciones que marcaron su carrera, surfear entre los estereotipos. Comenzó el concierto suavemente, presentándose como un elegante crooner, para terminar llevando a su auditorio, como quien no quiere la cosa, a los brazos del góspel y del soul más directo (dejando en el camino un espiritual, dos “canciones protesta” con un mensaje político bien explícito y un vals de Tennessee ennegrecido hasta hacerlo casi irreconocible). Hay afirmación de lo propio, sí, pero también una cierta desidentificación con ello y con la mirada que te reduce a esa identidad preestablecida.

Así, también se transforma la posición dominante cuando incorpora algo de eso otro excluido que le señala su parcialidad y la inconsistencia de su normalidad aparente. Casi tres años después de la muerte de Sam Cooke, Otis Redding, en 1967, arrasaba en el Festival de Monterrey (lo que es considerado como un hito en la consagración del soul más crudo y directo como música de masas). Comenzó su concierto con una electrizante versión del Shake de su admirado Sam Cooke. Por esas mismas fechas el Black Panther Party reivindicaba con orgullo el (des)peinado afro natural años después de que, tomando el ejemplo pionero de Sam Cooke, sus hermanos mayores dejaran de alisárselo.





El primer número uno

Sam Cooke nació en 1931 en Clarksdale, Misisipi. En 1933 se trasladó con su familia a Chicago, donde comenzó a cantar en el coro de la iglesia. En 1950 se unió a los Soul Stirrers, que con él se convertirían en uno de los más importantes grupos de góspel. En 1956 debuta como cantante solista secular, lo que fue considerado como una traición a sus orígenes por motivos comerciales. Fue el primer artista negro en lograr un número uno en las listas pop abiertas de ventas en EE UU y simultáneamente en las de rhythm and blues con "You Send Me", en 1957. Dirigió su carrera con su propio sello discográfico. Es considerado (junto con Ray Charles) como padre de la música soul. Murió en diciembre de 1964 asesinado en Los Ángeles en circunstancias que no han sido aclaradas.


Volver a Filmoteca de ficción

Antes de empezar, un par de cosas:

Puedes usar las redes sociales para enterarte de las novedades o ayudarnos a difundir lo que encuentres.
Si ahora no te apetece, puedes hacerlo cuando quieras con los botones de arriba.

Facebook Twitter
Telegram YouTube

Sí, usamos cookies. Puedes ver para qué las usamos y cómo quitarlas o simplemente puedes aceptarlo.